Es un hecho que muy pocos vimos venir y menos reconocimos cuando en 2020 se estrenó la primera cinta de
Sonic the Hedgehog: vivimos una era dorada de adaptaciones de videojuegos al cine y las series de TV. Un periodo de gloria donde
The Last of Us, Mortal Kombat, Halo, Super Mario Bros. y ahora hasta
Fallout se han convertido en producciones brutales con aceptación global por la calidad de su historia y otros valores de producción. Es aquí en este escenario que se integra Keanu Reeves.
La primera cinta de Sonic tomó a todos por sorpresa pero desde el inicio ya apuntaba alto con
Jim Carrey fichado como el antagonista principal de esta franquicia, el
Doctor Robotnik, en un papel demencial que hace lucir al máximo las dotes histriónicas del genial comediante.
Él, junto a las sabias decisiones del equipo de producción, como
ese movimiento de cambiar el diseño de Sonic antes del estreno de la primera cinta, han convertido a esta en una saga imperdible para los fans casuales y devotos del erizo azul.
La segunda parte de esta aventura no defraudó a nadie, por el contrario elevó las apuestas por lo que podría venir y ahora tenemos una certeza: definitivamente compraremos un boleto para ver la tercera cinta.