A origenes del mes pasado, nuestros camaradas de Vida Extra detectaron un interesante dato en el mapa de tráfico global de Steam: la plataforma de distribución de videojuegos registraba tarea en la
Antártida. El hallazgo no dejaba de ser curioso dado que, aparentemente, había jugadores en una de las regiones más frías, secas y ventosas del planeta.
Rodrigo Forneron, cambió temporalmente el agradable clima de las sierras cordobesas, una provincia situada en la Región Centro de Argentina, por el helado paisaje antártico que, paradójicamente, esconde varios volcanes bajo el hielo. Pese a su rol de técnico científico en la Base Belgrano II, el joven de 24 años no dejó atrás uno de sus pasatiempos favoritos.
Pero llegar a la
Antártida no fue fácil. Forneron cuenta que se apuntó en una convocatoria del Instituto Antártico Argentino (IAA) y que, a continuación de sesiones informativas y exámenes, finalmente fue seleccionado para realizar actividades en el continente. El paso siguiente fue viajar desde Ushuaia hacia destino junto al resto del equipo en un rompehielos de la Armada llamado Almirante Irízar.
El navío, elemento clave de las campañas de transporte y reaprovisionamiento antárticas, cruzó el estrecho de Drake, empezó a romper hielo y así inició su misión.