Tras 11 años trabajando como desarrollador de software en una empresa de
Texas, un hombre recibió una carta anunciándole que, por una reestructuración de plantilla, se rebajaban sus responsabilidades y el acceso a los sistemas de la compañía. Un año más tarde fue despedido.
No obstante, el empleado ya había tenido tiempo para preparar la venganza contra la empresa que le había despedido: un software de sabotaje con efecto retardado que provocaría graves daños a los servidores de la empresa.
Una bomba de tiempo digital. Según ha hecho público el Departamento de Justicia de EEUU, Davis Lu, un exempleado de 55 años de la multinacional de energía Eaton Corporation, insertó un código malicioso en el sistema de la empresa diseñado para activarse en el momento en que sus credenciales fueran desactivadas del sistema. Es decir, el malware que provocaría el sabotaje solo se activaría una vez el empleado estuviera oficialmente despedido.
El más importante objetivo de este "Kill Switch" o interruptor de apagado, era crear bucles infinitos que paralizarían los sistemas de Java cuando los trabajadores de la empresa intentaran iniciar sesión para trabajar en el servidor. El interruptor digital hacía que se cerrasen las sesiones y se eliminasen los informes de los perfiles de cliente de sus excompañeros.
Un ingeniero fue despedido y se vengó causando daños de 200,000 euros a su empresa. Ha terminado en la cárcel
Código con inicio automático.