Cuando uno ve un cable, que no parece algo especialmente caro ni complejo, a la venta por 149 euros, su inmediata y lógica reacción es pensar que se trata de algún tipo de broma o estafa. "Por 150 euros me compro un móvil", pensé yo. ¿Cómo van a costar menos de dos metros de cobre y un par de conectores tanto dinero? Pues los cuestan, y tiene su explicación.
Lumafield, una empresa que se dedica a fabricar escáneres de tomografía, ha analizado el famoso cable de 149 euros de Apple. Un
Thunderbolt 4 de 1,8 metros con conectores
USB-C. La crème de la crème en lo que a este tipo de cables se refiere. Lo que se buscaba averiguar era claro: ¿es mejor que un cable de diez euros que se pueda comprar por Amazon?Â
Pues puede que un usuario actual se lo deba plantear. Si tienes un iPhone 16 Pro o un iPhone 16 Pro Max igual para el previo generación te habrás dado cuenta de la enorme velocidad de su puerto de carga. De hecho, este permite grabación en ProRes y Log directamente haciendo uso de un dispositivo
USB-C externo. Y claro, queremos saber si merece la pena o no. Y tenemos la respuesta.
Jon Bruner, un ingeniero de la empresa que ha realizado las tomografías las ha compartido en Twitter y ha explicado qué es lo que marca la diferencia. En sus palabras es "una obra de arte". ¿Por qué? Porque a que el nivel de complejidad de producir algo así en un espacio tan pequeño lo convierte en todo un reto para los de Cupertino.