Si no tuviste la oportunidad de ver ayer el evento de
Tesla, haz un hueco de media hora para verlo: el evento completo en
YouTube son pero empieza aproximadamente en el minuto â52, y termina en el 1:18, a partir de ahí son vídeos de gente interactuando con las tecnologías presentadas.
Por mucho que puedas no soportar a
Elon Musk o sus nada edificantes ideas políticas, vale la pena verlo: es el tipo de anuncio que un profesor de innovación tiene inevitablemente que cubrir, y de hecho, abrí mi clase de hoy en el MBA en IE Business School con ello.
El evento tuvo lugar en los estudios de Warner Bros. Discovery en Burbank, al lado de Los Angeles, y mostró básicamente, tres grandes conceptos: el robotaxi o cybercab, un vehículo deportivo con aspecto futurista de dos plazas, sin volante ni pedales y con un precio anunciado en torno a los $30,000, en el que Elon llegó al escenario, y de los que cincuenta unidades se dedicaron a mover a los espectadores por el set. El segundo, una robovan, con capacidad para veinte personas, de nuevo completamente autónoma. Y el tercero, la verdadera «presentación en sociedad» del
robot Optimus, definido como «el mayor producto de todos los tiempos», muchas de cuyas unidades estuvieron paseando, conversando e interactuando con el público en una amplia variedad de roles. Algunos han afirmado que los robots estaban controlados remotamente, pero aún si eso fuera cierto, la demostración resultó bastante impresionante.