El fabuloso inicio de 'Star Wars:
Tripulación perdida' nos deja, entre otras cosas, dos misterios. El primero es qué pasa con el planeta de origen de los muchachos y por qué es material de leyendas. El segundo radica en la misteriosa identidad del personaje de
Jude Law.
Sí, este usuario de la fuerza se identifica como
Jod Na Nawood, pero resulta que durante su carrera ha operado bajo bastantes nombres como, por ejemplo, Capitán Silvo... o incluso uno ya olvidado hasta por los mayores fans de Star Wars: Crimson Jack, el primer gran pirata espacial de la saga.
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El origen de Crimson Jack se remonta a un momento de cierta incertidumbre o, mejor dicho, una falta de dirección clara a la hora de abordar la expansión en los cómics del universo creado por George Lucas. El tener 'La guerra de las galaxias' como única referencia y una vez adaptada al papel la primera aventura, tenían todo un lienzo en blanco para ver qué hacer con estos personajes.
La solución: piratas. Nada extraño teniendo en cuenta que Roy Thomas, por aquel entonces editor jefe de Marvel, llevaba toda las década de los 70 escribiendo las aventuras de Conan el Bárbaro.