Otro año más, el
Festival de
Cine Fantástico Internacional de
Sitges nos ha dado una cosecha interesante de cine de género, aunque, a diferencia de otras ediciones, el nivel ha estado por debajo de la media y, lo que es menos habitual, se ha quedado corta en la programación de terror, en un año en el que precisamente ha habido una cantidad inusual de estrenos comerciales que han mostrado su buena salud.
Sin embargo, esto no significa que no haya habido un poco representación de escalofríos y variantes. Si quieres explorar algunas de las mejores filmes del
festival en general, tocando todos los palos, tenemos un listado de los rescates más interesantes del fantástico en su término más amplio, pero si te interesa qué ha habido dentro de las secciones satélite a la sección oficial, donde se encuentran las pequeñas pepitas de oro del escalofrío y el gore, entramos en una crónica algo más minuciosa dentro de los títulos más siniestros de la edición.