Los filmes personales suelen asociarse a dramas íntimos o cintas experimentales de festival, pero para David Leitch, director de películas como 'John Wick' o 'Deadpool 2', 'Profesión peligro' ('The Fall Guy') es otro tipo de film personal.

Se esperaba mucho en taquilla de 'Gladiator 2' y en ningún caso puede decirse que el film haya decepcionado. Es cierto que ha quedado un poco eclipsada por el histórico éxito de 'Wicked', pero el filme de aventuras ha destrozado un relevante récords de taquilla que llevaba vigente desde hace 17 años

El hito que finalmente ha conseguido 'Gladiator 2' es el de convertirse en el mejor  de Denzel Washington en la taquilla de Estados Unidos.

Una de las máximas de Hollywood es que si algo funciona, exprímelo hasta que ya no quede nada que sacar de ahí. El aluvión de secuelas es buena prueba de ello, pero además los remakes y nuevas versiones de historias de éxito. En el caso del cine de animación había una opción muy tentadora a la que Disney lleva años recurriendo, pero ahora es el turno de Universal con el live action de 'Cómo entrenar a tu dragón'.

Desde hace tiempo es habitual atender quejas sobre que Hollywood está abusando de las secuelas y que se está quedando sin ideas nuevas, o al menos no invierte lo suficiente en ellas. Este año tenemos una prueba rotunda de por qué sucede eso, las 10 filmes norteamericanas más taquilleras del año son secuelas.

De hecho, pues hay que bajar hasta la decimotercera posición para localizar a 'Romper el círculo', el drama romántico protagonizado por Blake Lively, con 349 millones recaudados.

Todos habíamos asumido que 'The Equalizer 3' era la última entrega de la excelente saga de acción protagonizada por Denzel Washington. Hasta el propio actor anunció que era "un buen sitio para parar", pero todo ha cambiado de repente, ya que el ganador de dos Óscar acaba de anunciar la puesta en marcha tanto de 'The Equalizer 4' como de 'The Equalizer 5'. Dos por el precio de una.

Soy una de esas personas que pueden ver cómo masacran, mutilan y ejecutan a infinidad de seres humanos en una obra de ficción sin arquear siquiera una ceja en un gesto de desaprobación, pero la cosa cambia cuando un personaje hace esto a algún peludo, ya sea un perrete o un gatete. Ahí, lo que sucede en pantalla pasa a ser algo personal.