Dicen las malas lenguas que John Carpenter ya no rueda filmes no porque no esté en forma para hacerlas (porque salir, sale de gira con su banda), sino porque prefiere cobrar cheques por los reboots de sus clásicos y jugar a videojuegos (con los que siempre ha teniendo una relación estrecha: tiene escrito más de un guión en estimables títulos de hace un par de generaciones).

No cabe duda de que uno de los mayores reclamos de la descomunal 'Top Gun: Maverick' son sus escenas de combate aéreo. Ver el filme de Joseph Kosinski en la gran pantalla es una experiencia inolvidable que se queda grabada en las retinas gracias al trabajo de planificación, a la espectacular dirección de retrato de Claudio Miranda y a unos stunts dignos del mejor actioner que podamos imaginar.

No todo el rico universo Star Wars gira alrededor del clan Skywalker. Es más, a veces lo hace en torno a ti y tus decisiones. Hay un sinfín de aventuras protagonizadas por caballeros Jedi, contrabandistas con extra de picardía y hasta afines al Imperio Galáctico por genuina lealtad o intereses propios; y muchas de las mejores nos han cedido el protagonismo a nosotros a través de los videojuegos.

A Nicolas Cage le llegó demasiado tarde la ola de los biopics musicales, porque habría sido divertido verlo en su apogeo como estrella intentando llevar al límite una de esas interpretaciones que a menudo son "Tu cara me suena" glorificados. Al menos le puede quedar el consuelo de hacer un Elvis la mar de convincente en "Corazón salvaje".

A finales de la década de los 90, y a rebufo de la exitosa franquicia cinematográfica de Batman iniciada por Tim Burton, Warner Bros. se propuso hacer una nueva film basada en el Hombre de Acero. Era el momento perfecto: el evento de La Muerte de Superman en los cómics había generado un fenómeno a escala mundial. El desafío en sí era renovar al icono para la gran pantalla. Y justo ahí es donde entran Kevin Smith y Jon Peters en la ecuación.