Cuando uno sigue a lo largo del año la carrera al Oscar es más fácil tener controlado los títulos que realmente están en la terna, lo que relativiza tanto sorpresas como decepciones. Aun así existen, como se ha demostrado este año. Y siempre hay espacios que resulta más complicado saber por donde se va a tirar, como en la categoría de mejor documental.