Hace poco más de 24 horas un
terremoto de magnitud 7,4 sacudió la costa este de
Taiwán. Como os explicamos ayer, este es el seísmo más destructivo de todos los que han afectado a esta región durante los últimos 25 años. Las primeras cifras contabilizaron cuatro personas fallecidas y más de 700 heridos, los registros oficiales un día a continuación del colapso contabilizan al menos nueve fallecidos, 821 heridos y 127 personas atrapadas en los escombros de los 28 edificios que se han derrumbado.
La región más afectada por el seísmo es el área de Hualien, y aunque la mayor parte de las fábricas de semiconductores de TSMC y UMC está alojada en el margen oeste de
Taiwán, buena parte de sus plantas se vieron obligadas a detener la fabricación de semiconductores durante seis horas. Ayer DigiTimes Asia confirmó que la planta N3 de Tainan y la fábrica de Hsinchu, ambas de TSMC, habían sufrido desperfectos importantes que afectaron a la estructura del edificio y las líneas de producción. Hoy sabemos algo más.
La buena noticia es que las plantas de circuitos integrados de TSMC y UMC ya han
reanudado la fabricación de
chips con cierta normalidad. Aunque aún no está claro del todo, los primeros informes no identifican daños estructurales importantes en los edificios más allá de la degradación de algunas columnas y paredes.