Todos conocemos a
Indiana Jones, la barba a medio afeitar y la musiquilla de
John Williams de fondo que ha protagonizado cinco películas, infinidad de videojuegos originales (el último de hace tan solo un mes), cómics, novelas, series y todo tipo de spin-offs. Es un icono de la cultura pop desde 1981 y es imposible no quererle. Pero su origen real está en otra persona, un profesor que se volvió aventurero, descubrió una de las
Maravillas de la Humanidad y a continuación se dedicó a la política. Y sí, inspiró -de qué manera- las aventuras de nuestro Indy... Incluso aunque sus creadores no lo supieran.
Esta persona en cuestión fue Hiram Bingham III, un hombre de buena cuna que acabó estudiando en Yale, Harvard y la Universidad de California, convirtiéndose en profesor universitario en 1907, a los 32 años, con la pretensión de que en los centros de estudios estadounidenses se estudiara más América del Sur, a la que, por aquel entonces, nadie prestaba demasiada atención. Pero no solo se quedó en el púlpito explicando sus hallazgos, sino que decidió convertirse en un explorador por su cuenta. Sin gorro ni látigo, eso sí.
En 1908, luego de ir a Chile como delegado en el Primer Congreso Científico Panamericano, decidió hacer un desvío por Perú, descubriendo ante su asombro Choquequirao, una ciudad pre-colombina que le fascinó.