Había muchas palabras y frases prohibidas para
Steve Jobs. Quienes le conocieron, pocas veces le escucharon decir alguna. Sin embargo, sí se le escuchaba decir otras. Una de ellas probablemente la palabra más corta y complicado de expresar: "no". Y es que, efectivamente, decir "no" puede ser duro, pero a la larga ayuda a ser más productivos. Así lo reconocía el propio
Jobs.
Los expertos tienen clara la relevancia de decir "no" en los momentos adecuados y todo empieza por entender la relevancia del "sí". En el ámbito laboral, y También en algunas facetas del personal, cuando alguien nos encarga algo implica buscarle un hueco. Un hueco a veces disponible y, en la mayoría de casos, inexistente.
Aceptar una tarea extra implica deshacer otra o al menos ralentizarla. Si esa otra tarea es destacado, le estaremos restando un tiempo vital por oir la otra, por muy organizados que estemos. Sin embargo, no hace falta que sea una gran tarea la que dejemos de lado. A veces sencillamente son tareas pequeñas, pero necesarias. Y reducir el tiempo de estas a la larga puede ser perjudicial para la productividad.
Decir que "sí" implica muchos costes directos e indirectos, así como el coste de oportunidad
Hay un muy buen ejemplo del perjuicio del "sí" que exponen los expertos, abordando así los costes directos e indirectos, así como el coste de oportunidad.