Puede que te preguntes a qué viene la afirmación que acompaña al titular y qué precede a la imagen del artículo. El ser humano se siente muy cómodo clasificando y estructurando la información y, de hecho, es algo bueno porque nos permite gestionarla y ordenarla de forma más eficiente. No obstante hay veces que en esa labor de clasificar y etiquetar cometemos el error de simplificar las cosas demasiado y es lo que sucede, por ejemplo, al organizar los ejercicios en función de patrones básicos de movimiento.
Esta clasificación puede tener ventajas, pero también inconvenientes como sucede cuando categorizamos a los presses inclinados como ejercicios de pectoral que enfatizan la porción clavicular o superior del mismo. El error aquí está en prestar toda la atención a la inclinación del banco y no a la posición de los brazos (o codos) respecto al cuerpo.
Así pues, en este artículo vamos a explicarte un
matiz que te convendría tener en cuenta a la hora de realizar presses inclinados en tu rutina para pectoral.
Cuando hacemos un
press inclinado todos tratamos de estar enfatizando la porción clavicular del pectoral, es decir, la región superior. Es cierto que la inclinación debería ayudarnos a ello, al menos hasta cierto punto ya que si pasamos de los 40-45º empieza a ser un movimiento más enfático para el deltoides.