La escena es tal que así: una marquesina en mitad de una avenida destartalada en el corazón de un barrio de aluvión. Dos tipos esperan al autobús o eso parece. Uno (treinta y muchos años, regordete y con gafas de culo de vaso) mira el móvil; el otro (casi 70, pelo blanco y cara de pocos amigos) tiene la vista perdida en horizonte.
"Disculpe", dice el primero y el segundo se sobresalta, claro. No se lo esperaba, ¿quién se dirige a un desconocido hoy en día en una parada del autobús? Pero en seguida se recompone y fuerza media sonrisa. Será un turista, se dice. Cada día hay más pisos turísticos lejos de centro... "¿Dígame? ¿Le puedo ayudar en algo?"
La gran
pregunta de (
la) mi semana. Vale, la escena no ha ocurrido. Al menos, no ha ocurrido fuera de mi imaginación. Pero durante la última semana no he dejado de imaginarme a mi mismo preguntándole a todo el mundo por el sonido de las cebras.
El animal más "peligroso" del Zoo no son ni los leones, ni los osos, ni las serpientes venenosas: son las cebras
En National Geographic concretan un poco más y dicen que 'braman'. Y esto no nos ayudaría mucho, si no fuera por lo que sigue: "sus vocalizaciones se parecen más a las de un burro o cualquier otro ungulado, como la cabra montés. Emiten una amplia gama de ruidos, aunque la mayoría de las vocalizaciones se asemejan a ladridos...