Algunos artículos apuntan a que las ventas del dispositivo de realidad aumentada de Apple,
Apple Vision Pro, se han ralentizado hasta el punto de que la demanda para las demostraciones en las tiendas, previas a su adquisición, está bajo mínimos, con clientes que ni aparecen tras haberla solicitado.
Aparentemente, las ventas en algunas tiendas han pasado de un par de unidades al día a tan solo unas pocas a la semana.
Según algunos usuarios, la experiencia de uso, tras un primer período de entusiasmo, durante el cual se recurre al dispositivo cada vez que se va a ver una película, un vídeo en YouTube, o cuando se busca una experiencia con el ordenador algo más inmersiva, a utilizarlas cada vez menos debido a la falta de aplicaciones para ellas o, simplemente, a lo farragoso de su proceso de conexión (arrancarlas, conectarlas a la batería y navegar hasta la funcionalidad deseada). Además, son definidas por muchos como un dispositivo para utilizar cuando se está sólo en casa o en ocasiones como un vuelo largo, porque resulta muy poco natural tratar de interactuar con alguien cuando se llevan puestas.
La App Store del dispositivo sigue estando, y ni siquiera muchas de las aplicaciones de la propia Apple están aún optimizadas para el dispositivo.