Me llamó poderosamente la atención como hace algunas semanas, que
Amazon estaba retirando su tecnología sin líneas de caja de los supermercados, se convirtió en un sinsentido absoluto y en, básicamente, una estupidez al pasar por los teclados de algunos periodistas irresponsables.
¿Qué hay de verdad en las barbaridades que se han escrito sobre el tema? En primer lugar,
Amazon no abandona en absoluto esa tecnología: simplemente, ha visto que si bien funciona muy bien en tiendas pequeñas, como las
Amazon Go en las que se lanzó originalmente en enero de 2018, su aplicación tiene más problemas cuando hablamos de un gran supermercado, en donde no es que no funcione, sino que sus posibilidades pueden ser mejoradas. ¿Por qué? Simplemente, porque es muy distinto ir a una tienda de conveniencia y comprar cuatro cosas mal contadas, que hacer una gran compra y llenar todo un carro. En el primer caso, todo te da igual: buscas conveniencia, entrar, coger lo que quieres, e irte sin hacer cola. En el segundo, que te orienten con una pantalla a la hora de buscar un producto por los diferentes pasillos.
Precisamente por eso, llevar a cabo una transición de su tecnología para pasar a los llamados «carritos inteligentes», los llamados Dash Carts, que permiten a los clientes saltarse la línea de cajas y embolsar directamente sus compras sobre la marcha, pero para un nivel de compras mayor.