Instagram es ese maravilloso mundo en el que todo es felicidad, todo es alegría, todo es chachipistachi... Hasta que te explota en la cara. Porque
Instagram además es ese mundo en el que la gente está ahí, agazapada, esperando a que subas cualquier cosa para despellejarte viva sólo con pulsar un par de teclas en sus pantallitas.
A nosotros, los ojos se nos van al rostro de la muchacha por su... transformación. Pero no hablemos más sobre eso, que tampoco está el horno pa bollos.
El caso es que la Torres se ha manifestado a través de sus stories sin poder contener el llanto en ningún momento. Entre hipidos y sorbidas de mocos, comenzaba explicando: "Tengo que empezar a expresar mis sentimientos y empezar a contaros qué es lo que hay detrás de todo esto".
"Hoy he recibido mensajes muy duros de personas cercanas a mí, familiares o personas que he ayudado en su día, por la foto que subí el otro día en ropa interior", cuenta. Mensajes que, claro está, han acabado devastándola.
Porque la gente tiene la lengua y los deditos muy largos. "El tener que estar recibiendo mensajes de 'eres una prostituta', 'no sabes cómo llamar la atención'..." han acabado pudiendo con ella.
"Solamente pido que haya respeto y que todo el mundo hoy en día puede hacer lo que da la gana con su vida y con su cuerpo", sigue defendiéndose entre lágrimas. Y es que, además, esta es una defensa que no debería existir. Que cada una suba lo que le salga del bolo.