Mando en mano,
TopSpin 2K25 asienta todo aquello que un videojuego de tenis puede aportar al jugador a través del
DualSense. Tanto en lo que respecta al empleo de su tecnología háptica y sus altavoces como a la hora de ofrecer la emoción del rebote bien aprovechado y ese punto marcado por la mínima. En pantalla me cuesta creer que un aspirante a ser la nueva vara de medir los juegos de raqueta nos llegue con un puñado de modos y un apartado visual que, no se corresponde con lo exigido a un título deportivo en pleno 2024. Esto no va de optar por una cosa u otra, sino de adaptarse a los tiempos.
Que no se me malinterprete: puesto a elegir entre los gráficos o la jugabilidad me quedo con lo segundo. De largo. Pero al mismo sello que cada año nos brinda NBA 2K Â se le puede pedir que redondee más el conjunto de una saga que ha estado durmiendo durante más de una década. Lo cual no significa que esté vacío de contenido, que conste: hay toneladas de licencias de pistas, las cuatro grandes competiciones, infinitas vestimentas y complementos de marcas ... hasta se le ha puesto el mono de captura de movimientos a actuales iconos de la raqueta como Serena Williams y Roger Federer. Sobre el papel, los ingredientes de
TopSpin 2K25 son de primera.