En un mundo en el que las notificaciones constantes, las redes sociales y la hiperconectividad se han convertido en el pan de cada día, los dumbphones han comenzado a ganar terreno como una alternativa consciente y simple a los smartphones. Estos teléfonos básicos tienen un propósito claro: permitirte desconectar y recuperar algo que parecía perdido, el control sobre tu tiempo y atención.
Aunque a simple vista pueda parecer un retroceso en términos tecnológicos, la realidad es que los dumbphones se están convirtiendo en una opción atractiva para diferentes generaciones por su simplicidad, precio y funcionalidad limitada. Vamos a desentrañar qué son, cómo funcionan y por qué están captando tanto interés.
La palabra
dumbphone proviene de los términos ingleses «dumb» (tonto) y «phone» (teléfono) y se utiliza para definir dispositivos móviles que ofrecen únicamente funciones básicas como realizar llamadas y enviar mensajes de texto. Son teléfonos que rememoran los primeros celulares que utilizábamos en los años noventa y comienzos del 2000, famosos por su durabilidad y simplicidad. A menudo además se les conoce como feature phones.
A diferencia de los smartphones, los dumbphones están diseñados para minimizar las distracciones, eliminando la posibilidad de instalar aplicaciones como redes sociales, correos electrónicos o servicios de streaming.