En mayo de 2023, ocurrió algo que llamó la atención de los aficionados a la ciencia de todo el mundo: un mensaje codificado enviado desde
Marte llegó a tres observatorios en la
Tierra. No fue una prueba de presencia de aliens, tranquilos, aunque sí pretendía simularlo: este mensaje formaba parte del proyecto interdisciplinario 'A Sign in Space', y fue transmitido desde el satélite europeo 'ExoMars Trace Gas Orbiter'.
Este experimento, inspirado por la posibilidad de contacto con civilizaciones extraterrestres, buscaba evaluar si la Humanidad sería capaz de interpretar una comunicación interplanetaria en caso de que algún día llegara a interceptarla.
La meta era clara: involucrar a una comunidad global de expertos y aficionados en la interpretación de este rompecabezas cósmico, ofreciendo una especie de ensayo general para un posible primer contacto.
La señal enviada contenía una serie de puntos blancos organizados en cinco grupos sobre un fondo negro. Una imagen aparentemente simple, pero con un contenido profundamente enigmático.
En diez días, una comunidad de 5,000 'científicos ciudadanos' logró extraer la señal a partir de los datos brutos de la transmisión. Sin embargo, la tarea de descifrar su contenido exacto tomó más de un año de esfuerzo colectivo y pensamiento creativo. Pero la ESA (Agencia Espacial Europea) acaba de confirmar que ya se ha logrado.