La
avena es un alimento con valiosas propiedades para nuestro organismo, muy utilizado el mundo del fitness y además para degustar en el desayuno y empezar el día con energía. Sin embargo, una
mala preparación puede convertir a este saludable alimento en una bomba de calorías, así te mostramos cuáles son los
casos en los que la
avena puede engordar.
No todo aquel plato o preparación que lleve
avena es saludable, sino que los productos listos para consumir o más bien los ultraprocesados o alimentos  industrializados a base de
avena pueden no ser lo más aconsejable.
Así, encontramos en el supermercado porridges a base de
avena listos para  degustar o galletas diversas con este cereal en su interior, que puede concentrar una gran cantidad de azúcares añadidos así como además sal, aditivos e incluso grasas trans que no sacian en gran medida y que por el contrario pueden tener un efecto adictivo en nuestro cuerpo.
Estas son algunos ejemplos de que la
avena no siempre es saludable y que una  mala preparación puede convertir a este noble alimento en un producto  que favorezca el aumento de peso.
Si nuestra
avena la servimos con la leche o con un yogur natural pero añadimos variedad de toppings que saborizan como trocitos de chocolate, estaremos incorporando una gran cantidad de azúcar y calorías que en nada benefician el organismo.