Desde su nacimiento en las páginas del número 27 de 'Detective Comics', allá por marzo de 1939, hasta ahora,
Batman ha luchado contra toda clase de enemigos, recibido la burla general y el posterior aplauso del público, derribado su propia imagen, fabricado una nueva iconografía y fascinado a todo el que se haya acercado alguna vez a él, ya sea de la mano de
Christopher Nolan o, por qué no, de Adam West. Sin embargo, no todo el mundo sabe que antes incluso de aquella mítica adaptación televisiva, ya tuvo una primera aparición cinematográfica... en un crossover artístico tan ilegal como imposible.
Pero antes, vamos a remontarnos en el tiempo hasta el 16 de julio de 1943, cuando Lewis Wilson representó por primera vez al superhéroe en una pantalla, en el serial 'Batman', que duró 15 episodios y fue una de las más obvias propagandas anti-japonesas en la II Guerra Mundial: el Hombre Murciélago se las veía contra un tal Tito Daka, un doctor japonés que había inventado una pistola de rayos que pueden disolver cualquier cosa. Este serial es, como podréis imaginar, un dislate en el que podemos ver desde zombies controlados por implantes cerebrales hasta cocodrilos con hambre de extranjeros.
Esta introducción de
Batman en el transmedia (aunque por aquel entonces esta palabra estaba lejana de sonar a algo) perfiló dos de sus elementos clave: por un lado, debía ser delgado para que pegara con el cuerpo de William Austin.