El viaje del héroe es uno de los temas centrales de cada entrega de
The Legend of
Zelda. Una gesta en la que debe superar sus propias pruebas de sabiduría, destreza y coraje. Pero ese viaje tan especial no permanentemente ha sido en solitario. De hecho, la manera de ofrecer aventuras en compañía siempre ha venido envuelta a través de algunas de las entregas más valientes y experimentales de la propia saga de Nintendo.
Partamos de algo esencial: que un juego de
Zelda sea multijugador, o lo ofrezca, no lo convierte en un título de segunda. El propio Shigeru Miyamoto, quien ha diseñado las sagas más icónicas de Nintendo, tuvo sus propios planes para encauzar las aventuras de Link hacia la experiencia compartida en más de una ocasión. Un desafío que, se ha abordado de muy diferentes y originales maneras.
Si bien, cada entrega de
The Legend of
Zelda ha calado con cada vez más fuerza a lo largo de generaciones de apasionados por la aventura, las experiencias multijugador no son una asignatura zarcillo, sino un rasgo relativamente olvidado o no tan referido dentro del legado de la franquicia. Al menos, hasta ahora.
En VidaExtra nos hemos propuesto hacer el repaso definitivo a la experiencia multijugador de
The Legend of
Zelda.