He de reconocer que tengo cierta debilidad eso que los angloparlantes denominan un "soft spot" por el trabajo del controvertido
Max Landis. Es un auténtico placer devorar sin esfuerzo los guiones que se tradujeron en largometrajes como 'Chronicle', 'Mr. Right' o 'American Ultra' o, 'Victor Frankenstein' o 'Bright'; dos títulos con los que conseguí conectar sin problemas el último me chifló pese a desvirtuar casi por completo su material base.
Dentro de esta colección de relatos embotellados marca de la casa se encuentra 'Shadow in the Cloud'; un electrizante viaje de poco menos de hora y media a bordo de un bombardero B-17 de la II Guerra Mundial en el que el cine bélico, el girl power más desmelenado y una premisa en clave de terror que fusila sin miramientos uno de los capítulos más célebres de 'La dimensión desconocida' se abrazan bajo la dirección de Roseanne Liang en un cóctel tan explosivo como absurdamente divertido.
En un mundo lleno de hinchadas épicas superheróicas que superan con creces la barrera de las dos horas y en las que, una cinta como 'Shadow in the Cloud' se antoja como poco menos que un regalo caído del cielo. Y es que Liang y su equipo sólo necesitan 80 escuetos minutos para introducirte de lleno en su peculiar universo pulp y dejarte extasiado y con una amplia sonrisa en los labios una vez termina la función.