Leí mi primer cómic de Spider-man con 14 años. En él, Peter Parker se había retirado como Trepamuros y una chica joven llamada Martha Franklin trataba de recoger su legado (con poco éxito, por cierto). Desde entonces hasta ahora, saltando hacia atrás y hacia adelante a lo largo de colecciones, filmes, series, videojuegos y hasta novelas, Spidey ha formado parte intrínseca de mi vida, a las duras y a las maduras.