Nuestra adorada Georgina Rodríguez tiene una pasión que supera a la de hincarse una bandeja de jamón ibérico o pasar la VISA por todos los datáfonos de las boutiques de lujo del universo: mover el esqueleto. La de Jaca es una amante del baile, recordemos que en su documental de Netflix, 'Soy Georgina', desveló que practicaba danza clásica desde niña.