Es bien sabido que detrás de "la magia del cine" hay mucho artificio, y uno de los trucos más viejos del libro es el de falsear lugares históricos sin que reparemos en ello. En el caso de 'Troya', el filme de 2004 dirigida por Wolfgang Petersen, lo evidente habría sido rodar en Grecia, pero en el equipo pensaron que México era un destino más apetecible.