Cada saga de videojuegos cuenta con sus propios villanos de lo más icónicos. En el caso de Gears of War, una raza de criaturas subterráneas que emergen de las profundidades de la tierra en este mundo postapocalíptico y a los que se enfrentan los humanos en el planeta Sera. Por lo general, son unos seres musculosos, con una piel escamosa y con una altura bastante considerable.