No tengo la menor duda de que una de las grandes virtudes de 'Daredevil: Born Again', y lo que probablemente la convierte en la mejor producción de Marvel Studios desde que culminó la Saga del Infinito es el modo en que se aleja de lo multiversal y lo cósmico para, igual que lo hizo en su momento la serie de Netflix centrada en el mismo personaje, apostar por el realismo dentro de los márgenes de la ficción superheróica y lo terrenal.

Si tu 2025, como el mío, está siendo caos, horror y destrucción, es probable que también hayas encontrado tu buena dosis de consuelo y una especie de lugar feliz en 'Daredevil: Born Again' y en cómo ha hecho que muchos recuperemos un mínimo nuestra fe en que Marvel Studios, cuando quiere, sabe tratar a su público con respeto y seriedad ofreciendo productos con una calidad por encima de la media a la que nos tienen acostumbrados.