Daisy Ridley es una actriz que, a pesar de haber tenido el privilegio de formar parte del universo Star Wars, ha sufrido la presión de ser una protagonista no tan querida por ciertos sectores del público. Por esta razón, aunque tiene la oportunidad de optar a papeles en otras grandes franquicias, prefiere mantenerse alejada de muchas de ellas para evitar una mayor presión mediática.
La última franquicia que la actriz británica ha rechazado no es otra que Harry Potter.