La gente que continúa poniendo la TV como acompañamiento para algún rato muerto tiene esos programas comodín que puedes ponerte casi como ruido blanco, mientras comes o haces alguna tarea mecánica de las que no requieren el 100% de tu atención. Da igual cuándo leas esto, si enciendes el televisor es muy probable que te topes con alguna reposición de 'Vergüenza ajena'.